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lunes, mayo 13, 2013

Mad Men y Pete Campbell

Como fan de Mad Men, debo decir que me gustan los personajes, aunque pertenezcan al s.XX -se supone que ahora en el s.XXI hemos evolucionado, aún tengo mis dudas-, hoy en día han cambiado algunas cosas, y no necesariamente somos mejores. Bueno, pesimismo a un lado.


Foto: amctv.com

Poco común es encontrar personajes de tal complejidad, bueno es bastante común para algunas cadenas de televisión como HBO y AMC, pero por lo general no vemos a muchos personajes de esta índole. La televisión se usa como distracción, allí se encuentran personajes ligeros, Hollywood podría ser otro ejemplo, y lo que encontramos en México no es la excepción, todavía tenemos las malditas novelas con la bruja de la historia y la pinche santa inocente (disculpen el tono, pero eso me provoca hablar de las novelas, aka: los churros de Telerisa y Teveapesta). La serie Los Sopranos, donde participaría el ahora productor de Mad Men, Matt Weiner, dio paso a lo que representarían personajes con carga dramática compleja, en donde algunos personajes se desarrollaban y se fragmentaban. Lo mismo sucede con Mad Men, a diferencia de ver que los personajes "hacen", pero pocas veces sabemos qué piensan, lo cual genera un perfil enigmático.
Una caracerística similar ennre los personajes de Mad Men es la frialdad de sus movimientos, nos gusten sus acciones o no, las aceptamos. Hay peculiaridades en cada uno de ellos, Don es Don, Peggy es Peggy -ya sé, debería extender o explicarme mejor, pero realmente creo que si alguien lee esto es porque ya conoce a los personajes, así que continuaré-, hemos tenido sorpresas de personajes que de pronto llegan y así se van, hay otros que no se esperaba que evolucionaran, pero lo hicieron, y así va la lista. Pero luego está Pete Campbell, debemos permitirnos hacer la pregunta "quién es Pete", me parece que es el personaje al cual todos podríammos odiar sin tener que hacer un esfuerzo extraordinario, Pete se presta a eso, y de pronto, sin mayor aviso, da unos trazos de moral, ética y humildad difícil de comprender en alguien como él. Lo sé, quizá lo estoy juzgando mucho, me defiendo insistiendo que su personaje se presta para ello, se pueden encontrar ambigüedades sobre su persona, cosa distinta de otros personajes a quienes podemos encontrar justificación para su comportamiento, y no porque se presenten como mártires, sino porque son más accesibiles. Pete parece no tener raíz (del miedo), una razón de ser. Pete es sólo Pete, pero para qué es Pete. 
Pete Campbel ha sido comparado por algunos con Joffrey Baratheon, yo veo en el actor que interpreta a Pete, Vincent Kartheiser, algo de Edward Norton, quien a pesar de muchas cosas, es un buen actor.
El diseño de los personajes en Mad Men es aplaudible. Pete (me) parecía un tanto vacío, hueco, durante toda la serie podríamos preguntarnos qué es lo que quiere, qué es lo que busca, no hay autenticidad, "Oh, Pete", su única verdad infalible es que respira y está vivo ( y quizá sólo eso necesitamos.)

Luego llegó el quinto episodio de la quinta temporada: Signal 30.
Los hombres son hombres. El hombre tenía construye imperios. Los imperios se llenan de costumbres. Las costumbres no desaparecen, se transforman...
Es necesario señalar que este episodio es un pedazo de guión y dirección extraordinario, quedé en el éxtasis. La dirección corrió a cargo de John Slattery, conocido en la serie Mad Men como Roger Sterling, el guión escrito por Matt Weiner y Frank Pierson. El título del episodio hace referencia a un capítulo de la serie de documentales educativos con títulos despampanantes como "Carrier of Killer", "Death on the Highway" -es como si David Lynch hubiese escogido los títulos-, Signal 30 es otro de esa serie. En el episodio de Mad Men, nuestro querido Pete toma un curso de manejo e intenta lidiar con su casa y con el trabajo, sin embargo, colapsa, sus mundos chocan. Su camino en este episodio va así: al inicio intenta ser el hombre de la casa que repara la llave del fregadero, luego es el hombre maduro intentando conquistar a una adolescente, después intenta ser el perfecto anfitrión con una reunión en su casa donde el invitado de honor, Don Draper, salva la noche, más tarde se transforma en el hombre de negocios que da consejos a sus compañeros y toma la rienda, luego es el chulo que se va con una prosituta y con ella, dentro de tres roles a seleccionar, escoge ser el rey, luego se encuentra en un duelo a puños con un colega que resulta en una caricatura, pierde la batalla, y esa misma tarde, al salir de la oficina, se encuentra con Don Draper en el elevador y allí es donde vemos  a Pete quebrarse después de que haber perdido el volante varias veces. Cuando llega el cierre del episodio tenemos a un Pete derrotado, un Pete que bien podría ser el robot en la historia de ciencia ficción de su colega Ken Cosgrove (¿o todos lo son/somos?), es un robot que recibe órdenes y las ejecuta sin preguntar nada; o bien pudiera ser el protagonista en la nueva historia "The Man with the Miniature Orchestra", escrita también por Ken -quien decide continuar escribiendo ficción bajo un nuevo seudónimo luego de que se conoce en la oficina su secreto-, y ya con los créditos llega la novena de Beethoven.
¡Qué demonios!, sonreí por horas, fue sumamente placentero este episodio. ¿Cuántos Pete hubo en Signal 30? Quedé en éxtasis, ya lo dije, pero debo decirlo de nuevo, es un pedazo de guión maravilloso, sutil.


... Y luego llegó el quinto episodio de la sexta temporada: The Flood.
Pete me volvió a sorprender, una vez que su esposa llegó hasta el límite y lo mandó a volar de la casa, Pete se ha mudado finalmente al departamento en la ciudad donde intenta llevar una vida de soltero, pero sólo se encuentra en mayor soledad, y lo veremos la noche en que llega la noticia del disparo que asesina a Matin Luther King, su reacción el día después del asesinato me dejó otra vez en duda, mientras todos buscan sacar partido de dicho atentado y atraco político, si bien porque las condiciones se presentaron a consecuencia de, sólo Pete parece molesto por lo que ha sucedido y pronto se enfrenta a palabras con otro de sus colegas, a quien acusa de racista.. Pete, de quien menos lo esperaba, de nuevo, muestra su lado menos oscuro y saca el lado sensible. The Flood es un capítulo que danza con la hipocresía de una sociedad que intenta resolverse ante eventos sumamente dolorosos, sin embargo, como humanos sólo se resuelven bajo interéses propios. Cierro estos pincelazos sobre un personaje de la serie Mad Men, uno bastante enigmático, por lo menos para mí. Todavía no logro entender ¿quién es Pete?

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