Creative Commons

viernes, junio 16, 2006

Dìa de...

Y qué de mis noches? Qué de mis dos noches de fin de semana pasado?
He ahí los resultados impresos dentro de mi abultado estómago, quizá era hora de sacarlos como una magnificencia artística en colores post-digeridos, ciertamente acuosos, con relieves extraños aquí y allá en un óvalo profundo blanquecino; el óvalo y su diámetro preciso para mi cara carnosa; deliciosa carne a término medio que medio me había echado la pasada madrugada dominguera entalcada al gusto como especias sobre el spaghetti.
Se adormecen las expresiones del ombligo en respuesta a la disputa de los intestinos, hay una explosión de gases dirigiéndose a la garganta, algo insípidos.
-... diarrea, depuración de un fin de semana insano de pureza, ya me tocaba!... pero qué fue, sólo unos cuatro Indios, una rebanada de pizza, cigarros, tres bares, cha cha cha… No lo volveré a hacer- digo en voz alta a la almohada.
No, no, no… basta de culpar a las “chelas”, a mis noches vagabundas, al viernes, sábado y parte del domingo, deben ser librados de cualquier mérito pues han sido aquellos malditos tacos de barbacoa callejeros del martes con salsa roja, los causantes de mis penas. Nomás dijeron Ahí nos vemos a la salida y sí, así fue, mas esa limpia era un complot para alejarme de festividades en pro del relax, pero me he dado cuanta a tiempo, estoy salvada, sin embargo, por ahora, no puedo alcoholizar mi tranquilidad drogada por pastillas No Similares, sólo me queda, entonces, esperar en cama el tirón de las tripas adoloridas, correr al baño a crear una nueva obra de arte en la taza y tragarme un estúpido suero con sabor naranja-mandarina.
El próximo fin de semana, será el próximo fin de semana.