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viernes, diciembre 14, 2012

De guión, producción y video clubs.



De guión, producción y video clubs
 Por: Lucy Originales

Puede habernos pasado más de una vez. Podría decirse que la mayoría de las ocasiones, así sucede: escogemos una película de acuerdo a nuestro estado de ánimo. Recuerdo los video clubs los viernes por la noche, o los sábados por la tarde, estaban llenos de gente rentando películas. Fácil era saber, ahora lo pienso, qué tipo de películas rentaba cada persona.

Hoy en día es muy distinto, sobre todo a la hora de rentar películas que son un poco más comerciales. Hay muchas plataformas y muchos dispositivos con los cuales y sobre las cuales podemos acceder a esas películas, entonces, no tenemos que trasladarnos hasta un video club para rentar una película. Se ha perdido y se ha ganado. Se ha perdido el romanticismo de ir a rentar películas, se ha ganado más espacio para que cinéfilos pasen, tranquilamente, más tiempo en los video clubs. (Dibujo una sonrisa aquí.) Falta el cortejo, el fisgoneo a través de los estantes a las personas rentando películas. Pienso que muchos tenemos recuerdos de la infancia similares. Recuerdo haber ido con mi padre y con mi hermano más de una vez, ya vestida en mis pijamas, a rentar una película. Al entrar, cada quien se iba a la sección de su preferencia. Mi hermano y yo decidíamos por las películas de acción, nuestro padre por la sección que ahora se titula Cine de Arte. No sé cómo sea ahora este proceso de rentar películas para los padres con sus hijos,  ¿será acaso que se sientan frente al monitor para buscar películas? Imagino al hijo sentado sobre la pierna del padre, con una iluminación linda entrando por la ventana y ambos dando clic y clic a las opciones de renta. No sé, en realidad, cómo sea esto. Pero cualquier forma que pueda imaginar, me parece menos atractiva. Esto de padre e hijo  rentando películas en un video club es un fenómeno que se ve poco, incluso, las personas que nos topamos,  somos las mismas, y es muy curioso ver que la sección asediada es la de los video juegos. Puede entenderse por qué está brotando el apoyo para la animación en nuestro país. Lo cual es bueno.
  
Hay que aceptar los cambios, sí. Muchos aceptamos el cambio de Beta a VHS, luego a DVD y ahora a Blu-ray. Los fotógrafos y cinematógrafos aceptaron la era digital. Así pues, conviene también aceptar la facilidad que hay en estos tiempos para hacer películas o cortometrajes con producción prácticamente mínima y de buena calidad. Parece que vivimos en tiempos de en sueño para varios realizadores y creativos, existe un campo de concentración de ideas y apertura para desarrollar dichas ideas.  Todo lo debemos a la tecnología. Maravillosa. Pero habría que señalar que la tecnología nos permite hacer, pero no puede tejer la historia, sí puede influenciar la manera en que se cuenta. Hacer una película implica más de un par de cosas. Todo puede sonar muy bonito a la hora de pensar en hacer, pero en la práctica veremos que implica bastante y no importa cuánta producción haya, los garrotazos para los primerizos siempre llegarán, la poca experiencia en algunas áreas técnicas llevará a los realizadores a esconderse tras la butaca a la hora del estreno de su Ópera Prima, pero esto es parte del proceso de aprendizaje y es hermoso. Tropezar y mejorar.  Esto no es problema. Lo que sí me parece problema es el hecho de que gracias a la tecnología un par de puntos muy importantes que hacen que un producto funcione, se están “quedando” (y así entre comillas porque no es que dejen de existir, más delante aclaramos) fuera del juego: la producción y el guión.

Hagamos un paréntesis para desempolvar la definición de “guión” (-) cinematográfico. En mis torpes palabras, dícese de aquella historia escrita en lenguaje cinematográfico que servirá de guía a la hora de realizar un producto audiovisual, es un texto con descripción de escenas y personajes que leerá el equipo de producción. El guión es la historia escrita que se va a ver en pantalla y comienza por una idea. Hagamos otro paréntesis para hablar rápido sobre la idea. Hasta la fecha no se sabe muy bien de dónde viene la idea, o qué es lo que la provoca. Se dice que es un escupitajo y se sabe que brota cuando menos se espera; según afirmaciones de algunos escritores, guionistas, artistas, etc., han tenido, recibido, vomitado, expulsado sus mejores ideas en el baño, ya sea (espero no lo imaginen) en la taza del baño o en la ducha. Pero algo así, específicamente, un lugar per se, de donde provenga la idea, no se conoce. Estos chispazos repentinos llamados “idea” son los que ponen en marcha todo, sin la idea, de la cual se afirma también que, el día que chispa, no es necesariamente el día que se le ha concebido, es decir, es un proceso que se ha llevado en la mente semanas o meses. Así pues, sin ella y sin el guión, ninguna de esas películas que nos han dejado más de una sonrisa en nuestro rostro (ya sea por haberlas rentado en aquellos espacios de culto o porque hayamos ido a verlas al cine), existirían. La idea la puede tener cualquier persona. En cine, por lo general, le brota al guionista, al director o al productor. Es intenso pensar en el proceso que lleva hacer una película. El guionista significa dar vida a una historia, el productor hace que esa historia se lleve a cabo. El director, lo sabemos bien, orquesta la historia. Pero es el productor quien debe seleccionar los ingredientes perfectos para la cocción de la película. El director, en ocasiones, escoge a su director de fotografía, y así se va la cadena. Quién apunta primero, no está bien definido. Un mundo feliz señala que hay un productor que busca a un guionista y, al tener el guión, se busca al director.

Dicho esto, dejamos atrás el paréntesis. Podemos afirmar que, gracias a la tecnología, en muchas partes del mundo se están desarrollando productos audiovisuales en este mismo momento: cortometrajes, largometrajes, documentales, series, etc. La mayoría de estos productos tienen un propósito: ser vistos. Casi siempre, en pre-producción, se piensa en el espectador, se piensa en la audiencia y en que el producto audiovisual sea visto por el mayor número de personas posible. Esto no es muy distinto de lo que se busca al termino de un libro, el proceso puede continuar hasta que hay un lector y hasta que ese lector termina de leer la historia y luego se habla de un viaje paralelo que prosigue a toda esa experiencia.

Existiendo tanta tecnología, concurren también diversas opciones para mostrar esos productos audiovisuales que cuentan historias. Volvemos al “todo suena muy lindo”. Vivimos en lo que pareciera ser la ebullición de una época de oro en la que se desarrollan infinidad proyectos y por ello hay un sinfín de cineastas y festivales. Regresemos a esos dos pequeños detalles, puntos negros en el abismo, pues. Afirmamos que hay un número interesante de productos audiovisuales, principalmente, porque hay jóvenes directores con considerables ganas de hacer cosas, por lo tanto, hacen.  ¿Y qué hacen estos jóvenes directores? Desarrollan la idea, escriben el guión, producen, se encargan de la dirección de fotografía, contratan a un par de amigos para que carguen un micrófono y a otros para que haya algo de iluminación, otro par de camaradas para que actúen e, incluso, ellos mismos llegan a actuar. A este proceso se le llama “tener ganas de hacer las cosas y no tener otra forma de hacerlas”.

¿Cuál sería otra forma de hacerlas? Esa otra forma de hacerlas sería que floreciera un apoyo real a la industria cinematográfica en nuestro país. Quitar un poco los protocolos viejos y hacer que, efectivamente, haya industria. Debemos parar ese robo. ¿Por qué o para qué el apoyo? Si no hay entrada a salas comerciales de cine mexicano, por supuesto que no habrá ingresos y la industria seguirá escaza. ¿Escaza?, si no estamos diciendo que ¿se hacen más cosas? En efecto, hay más de todo, pero no por ello tiene los mejores contenidos. Hemos hablado ya de que se necesitan más de un par de manos para el desarrollo de una película, si se lograra más apoyo, tendríamos más gente especializada para cada una de las tareas. Es decir, en un mundo maravilloso en el que se desarrollará una película habrá un productor con experiencia, un guionista, un director, un cinematógrafo o director de fotografía, proceso de casting, por lo tanto, actores, maquillistas, etc. Y habrá un montón de gente detrás queriendo entrar en este arte de hacer películas, simple y sencillamente porque es rentable. Sí es loable la tarea, hablando de que en estos tiempos se debe hacer con lo que se tiene… pero por qué no ser honestos y decir que, muchas veces, se tiene, pero muy mal repartido. Le toca al nuevo gobierno del presidente (legítimo), Enrique Peña Nieto, retirarse de la comodidad. Deberá demostrar esos apoyos, deberá demostrar apertura de contenido. Pensar que gracias a la tecnología se puede hacer más, nos hace caer en un error. Nos toca a todos hacer un par de cosas respecto a esto, nos toca apoyar el cine mexicano. La tarea más importante está en los creadores que deben gritar y exigir los derechos que tiene o debe tener la industria cinematográfica en México, debemos exigir y procurar productos de calidad; les toca a los productores seguir la búsqueda en función de llevar a cabo buenas historias; a los guionistas no tirar el sombrero; y a los directores repartir el trabajo. En la medida que conozcamos dónde tenemos el corazón, no perderemos el camino. Nos falta entender o recordar que hacer una película es trabajo de varios y que el guionista y el productor son más que necesarios, por eso aquello, líneas arriba, de “fuera del juego”. NO pueden quedarse fuera del juego. Es curioso ver que muchos de los productos que se hacen en nuestros tiempos de grandes tecnologías tienen su parte técnica muy bien pulida, pero quedan faltos de buenas historias. Es decir, pocos son los directores que, efectivamente, trabajan con guionistas. Mucho tiene que ver que NO hay tantos guionistas como quisiéramos, porque no es algo de lo que se pueda vivir y esto no es sólo en México.

Mi invitación es, pues, a no olvidar un par de cosas: 1) ir a los cine clubs con sus hijos; 2) que el guionista y el productor no existen sólo como una definición, que no pueden ser reemplazados por el mismo director, ya que cada uno ha de saber cómo hacer, de la mejor manera, su trabajo, y embonar con el otro. Por último, recordemos aquél dicho famoso: “el gusto se rompe en géneros”, pero en cine, todo género lleva una historia, por lo tanto, lleva un guionista, y habrá un productor encargándose de conseguir las herramientas necesarias para que se lleve a cabo. 

De lo bueno, poco.

Feliz cinefilia.

sábado, diciembre 08, 2012

¿Quién es ese hombre?

Foto: Lucy Originales

Voy caminando. Está allí tocando su guitarra. ¿Quién es ese hombre que no tengo en mi memoria? ¿Por qué me sonríe? ¿Si está sonriéndome, o sonríe a mi cámara? Es a mí, debe ser a mí porque estoy sonrojándome. Camino a prisa para que no vea que me he sonrojado, pronto saldrá de mi visión. Eso quiere decir que ¿lo perderé? No, calma, sólo voy a unas "cuadras" arriba y regreso. Y ¿si lo pierdo?, ¿si se mueve?, ¿si me abandona? Le he dado la espalda... Y ¿si llega otra y le toma una, o dos o tres fotos? No, no puedo perderlo. Ese hombre pertenecerá a mi memoria. A esta distancia, con este lente, sí, todavía lo alcanzo... Volteo. Ok, aquí estoy, rápido: encuadra, enfoca, muévete y... "click" Voltea, mírame, vamos, ¡mírame!, y... "click". Listo, ya puedo seguir. Le agradeceré en un rato. Regreso. Ahí está todavía. Pero qué extraño hombre. "Don't run away from love", me mira y canta. Suelto una carcajada. "No soy yo quien huye del amor", le digo. Sonrío y envío un beso.

jueves, diciembre 06, 2012

Guanajuato el primero de diciembre de 2012

Foto: Lucy Originales
El primero de diciembre de 2012 en Guanajuato fue una pesadilla, estuve allí por cuestiones laborales-académicas. He visitado Guanajuato desde el 2008, en ocasiones más de dos veces por año. Me mudé a esa tierra en 2006 y la abandoné cerrando 2007. Sí que conozco ese lugar, por primera vez me fastidió que todo estuviera muy tranquilo, quien lo desee, podrá decir que estoy loca. Pero es que a nadie parecía importarle el hecho de que Peña Nieto estuviera dando su discurso como nuevo presidente; a nadie parecía importarle que diferentes organizaciones civiles, movimientos sociales y movimientos estudiantiles estuvieran protestando en diferentes puntos de México y que estuvieran sufriendo el saludo de bienvenida del presidente con sangre. En un canal de noticias de televisión escuchaba “las manifestaciones por parte de grupos opositores son parte de la democracia”, entonces, supongo que la mano dura por parte del estado también es parte de la democracia… Vaya pues que se repite un guión de hace muchos años, una historia de mentiras. Debería existir un encabronamiento general. ¿Quién puso al Sr. Peña Nieto como presidente?, ¿en realidad fuimos nosotros?, ¿a quién, realmente, le importa el pueblo?, ¿qué hacer con el pueblo que no grita y por el contrario dice “qué se le va a hacer?” ¿Quiénes son peor: ellos o nosotros; hay bueno o malo? ¿Dónde está la raíz de este problema? ¿Somos un pueblo condenado a la esclavitud del neoliberalismo?  Seguí pensando al ritmo de los pasos, abandoné el lugar donde me hospedaba, partía una vez que me cansaron las mentiras en la televisión, esto en referencia a la toma de posesión de Enrique Peña Nieto, porque las mentiras en televisión realmente no terminan. Llegué a una parada de camiones urbanos cerca de la Alhóndiga y caminé hasta ella, iban las preguntas corriendo en círculos. ¿Y ahora qué viene? En eso, recibí noticias de la ciudad de México, eran camaradas fotógrafos y activistas. Sí, activistas, esas mentes del demonio que buscan cambiar a México manifestándose, gritando “Fraude” o “México No Tiene Presidente” o “No a la Reforma Laboral”. Las noticias se manifestaron en mensajes de texto que decían algo así como “hay represión”, “están golpeando a compañeros”, “parece zona de guerra”, y en realidad no sabía si envidiarlos o sentir pena. ¿Qué se puede cambiar?, ¿cuánto tiempo va a pasar para llegar a un cambio, si es que se llega? Recibí otros mensajes de un camarada fotógrafo dando aviso de su paradero, lo envidié. Supe de otros fotógrafos camaradas que estaban en la “zona de guerra” y de otros que estaban en la “zona de tolerancia”, la delgada línea de aguante, la línea donde olvidas sentimientos, encuadras y sacas una buena foto, en este caso, de políticos basura, incluyendo a EPN, el presidente. A esos fotoperiodistas que andaban allá, los envidié mucho. Con ese sentimiento estaba ya en la Alhóndiga, encontré un pequeño grupo de gente manifestándose bajo la sombra de los árboles “Sí que hace calor en Guanajuato… ya no llueve mucho, todo está seco…” Miré a mi alrededor contando las almas, si acaso eran treinta. Un joven, al cual parecía conocer de hace mucho tiempo, comentó “es que los otros se fueron al D.F.” Le dije que tomaría un par de fotos... caí en cuenta. Es cierto, tomaré un par de fotos en este día en que EPN se convierte en presidente, y entre el pueblo existe el odio. Este día no se repite, así que justo eso hice, tomé un par de fotos y me fui. 

En marcha pensé en cuánto hemos cambiado Guanajuato y yo, ambos crecemos y conservamos nuestra esencia. Guanajuato se queda sin agua y sin cerros, las jóvenes mentes siguen llegando; yo, sigo yendo y viniendo. Ambos cargamos con un “nuevo presidente” y “nuevas” formas de gobernar que, seguramente, no ayudarán al país. Conforme caminaba hacia la Plaza de los Ángeles, donde había un montón de gente esperando a que un montón de ciclistas bajara por los callejones, pensé en que este día primero de diciembre estuve en Guanajuato, no en el D.F., estuve en Guanajuato. Estuve y existí este día en que el pueblo ha sido sometido a un régimen de dictadura y no puedo dejar de sentir tristeza, pues México, en realidad, NO debería tener Presidente. Y no es porque Peña Nieto sea Peña Nieto. No es ni Peña, ni Obrador, ni Quadri, ni la Mota, no es nadie, porque al pueblo, en realidad, no lo escucha un político o un partido.

No son ellos, somos nosotros.

Saludos. 

martes, noviembre 27, 2012

El rubor perdido




Sí, ya había dicho que sí. Iba todos los días al departamento número uno en la planta alta, calle del olvido, colonia centro, número primo. Era una visita fugaz: abrir las ventanas, sacar al perro, darle de comer, pasearlo, apagar un par de luces, prender otro par. Mi tarea era ir y dar vida al departamento, dejar que las plantas exhalaran la soledad de la alfombra. Aquí no hay nadie, no vive nadie, no respira nadie. Debería existir otro inquilino. La dicha es la apariencia de que algún día volverá, pero no lo hará, y la sombra no se percatará jamás de que se ha quedado sin dueño. Dentro de alguno de los tres cuartos el perro morirá de tristeza; las plantas, tan cerca de la ventana, se secarán; la alfombra será carcomida por la mugre; los muebles quedarán protegidos por una sábana de polvo, y con el tiempo, este lugar habrá quedado vacío. Me echo un cigarro descansando en un loveseat color café que tiene mordidas del perro, declaración malcriada por la desesperación de ladrar al eco. Aquí estoy, sobre mis piernas, la cobija peluda con cuatro patas acompañando el ritmo de mi respiración; guardamos el momento cerrando los ojos pensando si el cigarro caerá del cenicero sobre el brazo del loveseat a la alfombra, son centímetros de separación en caída libre, pero qué más da, me han dicho que la alfombra está hecha de un material anti inflamable. Qué más da...


domingo, noviembre 11, 2012

The Jet Set - Mad Men

Final del episodio 11, temporada 2 de Mad Men: The Jet Set

Don blows off the convention in Los Angeles when he meets a beautiful, exotic woman. Back at Sterling Cooper, a member of the creative staff comes out of the closet, and Duck falls off the wagon and initiates his power play. / Don evade la convención en Los Ángeles cuando conoce a una hermosa y exótica mujer. Mientras, en Sterling Cooper, un elemento del staff del departamento creativo, sale del clóset y Duck vuelve a la bebida e inicia su táctica para darse a conocer.
Se necesitan buenas preguntas para tener respuestas, nada mejor que un “¿qué demonios pasó en ese  episodio? Una vez realizada la pregunta, no puedo dejar de pensar en ese episodio mientras ceno una tostada de harina.
Mad Men es una serie que me ha invitado a disfrutarla sin buscar hacer mucho análisis, cada episodio es complejo, como sus personajes, vaya decir que se convierten en una especie de “cuates”, o dicho de aquellos “hang out characters” a los que puedes regresar en cualquier momento y evolucionarán con el paso de las revisiones o visitas que se les de.
 

Me di a la tarea de ver los episodios una vez y tan tan, sí me he encontrado en la tentación de regresar a uno que otro, mencionaría un episodio de la quinta temporada, pero no lo señalaré (señalarlo sería spoilear toda la quinta temporada). Sólo diré que se trata de un episodio donde uno de los personajes, que quizá nadie tengamos bien definido si es que le amamos o le odiamos, nos abre una ventana hacia su interior, este personaje se vuelve introspectivo en este episodio y mucho tiene que ver la dirección, la cual es fantástica. Espero tengan oportunidad de ver la temporada y comenten sobre este episodio, o cualquier otro que haya sido de especial cariño, ya sea por la trama, por la dirección, o por el tratamiento a un personaje.

Cierto es que The Jet Set nos deja con el "qué pasó ahí", mi primera experiencia fue "Oh, wow!" (así, tal cual, en inglés), porque no se entiende muy bien cómo terminó Don Draper donde terminó, es decir, cuál es la suma de eventos que lo llevaron hasta esa noche en Palm Springs con los jet set, pareciera escapar de algo, pero luego vemos que no. Para comentar el episodio es necesaria una segunda revisión, después de cinco temporadas hago dicha revisión y mi conclusión es “¿qué demonios no pasó en ese episodio?” Las claves están allí, un poco escondidas, si se quiere, pero ahí están. Este episodio es el lugar donde un pajarito decidió montar su nido, aquí se van enredando muchas cosas que sólo con el paso de las temporadas iremos entendiendo; es un episodio de revelaciones. En primer lugar, está la propuesta de matrimonio de Roger a Jane (¿cómo es posible esto?), luego vemos a Peggy Olson sentada junto a los hombres, me hace realizar un ejercicio de ver a Peggy junto a Don (hablemos un poco del alumno que se enamora del maestro, jeje!) ¡Oh!, no puedo dejar de pensar en Peggy, qué personaje, y no es que hable por hablar (o sólo porque me gusta mucho), si no por el hecho de que es complejo. Además, dado que Don me gusta mucho, Peggy me resulta muy atractivo, pues tanto ha moldeado Don a Peggy, como todas las mujeres a Don, entonces, Peggy es el resultado de lo que las mujeres han enseñado a Don; cada mujer en la vida de Don, significa, precisamente, aprendizaje, una breve mirada hacia el interior de Don, pues siendo un personaje que nos revela, él solo, muy poco, podemos ver mucho más de él con sus acciones... y todo ha aterrizado en Peggy.

En este episodio donde Don encuentra a la familia europea primero tendríamos que ver, como dijo un buen amigo, que: 1) “todo puede pasar en California” y, 2) la gente más absurda puede estar en California. Digamos que California tiene esa magia de hacerte sentir en un mundo irreal, la atmósfera te dibuja escenarios despreocupados; luego de un día  en Los Ángeles te haces la pregunta “qué tiene este lugar”, puede drogarte, provoca libertad para hacer y ser, y la gente es así: es y hace y no se pregunta por qué o para qué, hay un ambiente hedonista, podríamos decir.
Pete, que acompaña a Don en el viaje de negocios, regresará a Nueva York rechazado por la gente que visita Los Ángeles, podemos pensar en que es una sociedad aún más ególatra y absurda que él, por increíble que parezca. Cuando Don se encuentra con los jet-set en la barra y pasa el protocolo de presentarse, Pete aterriza y hace su movida de, quisiera decir de hombre de negocios, pero no es así, realmente es sólo alguien haciéndose el importante y resulta (a pesar de que los personajes ya son de por sí falsos) rechazado, de ahí que Pete, estando de vuelta en Nueva York se encuentre feliz, pues es ahí donde, por lo menos, su falsedad ya tiene un lugar.
Pero a Don, Los Ángeles, lo trata muy bien, aunque, sin duda, este mundo jet-set al que entra como un invitado sí que lo abruma, por un momento hasta parece agobiado, ve cosas que no son, en un lugar al que no pertenece (esta experiencia californiana puede resultar un poco como vivir en un mundo lyncheano, que no le sienta bien a todo mundo.)
Hay momentos de revelaciones, como cuando está en el hotel y se acerca a la barra, de pronto confunde caras, pero logra sostenerse, se mantiene introspectivo y sereno, y esto resulta muy atractivo en un ambiente como este. La forma de ser de Don invita a cualquier espíritu libre a “corromperle”, haciéndole entrar en su mundo despreocupado, ya lo habíamos visto en el mundo de los beatniks. Para Don la tentación es inevitable, cae en ese juego, y aquí es donde viene la parte interesante, todo lo que pasa fuera de las escenas jet-set converge muy bien en lo que va pasando (o pasará)  en su entorno más próximo mientras sucumbe, mientras se deja, pero él no sabe que irá descubriendo más acerca de él mismo al estar ahí (y, claro, el espectador tampoco, pero de a poco se descubre a un personaje mucho más complejo y complicado, por si no era suficiente ya). Don entiende que ese mundo donde la gente está, cito: “I assume you are all well off”, o sea, “bien acomodados”, sí es un mundo que conoce relativamente bien por la gente con la que se ha desenvuelto, pero es un mundo al cual es ajeno, es decir, Don viene de un mundo en el que ha trabajado para conseguir lo que tiene, sin duda que ha hecho cosas poco honorables para conseguirlo, sin duda que ha corrido con suerte, pero es su trabajo lo que lo ha llevado hasta donde está, incluso es, precisamente, su trabajo quien lo ha llevado hasta ese momento en donde Joy le ofrece ser nómada, le ofrece un mundo sin preocupaciones, le ofrece ser un jet set; pero bien entiende que pudiendo pertenecer, eso no es para él, pues es justo el por qué es quien es, el hecho de que esté allí, porque no es ni él mismo, si no un alguien más, y debe a otro alguien y a una mujer, el quién es. Dicho todo lo anterior, esto no quiere decir que se haya privado de probar un poco de las delicias, nada puede interferir con el cumplimiento de sus caprichos, que se vuelven caprichos una vez que busca... de ahí que tenga relaciones sexuales con “Joy”, una chica de 21 años. Ya mencionaría Joan más delante esta palabra "joy".
No sería posible dejar por alto que, casi a mitad de capítulo, justo después de que Don se deja a gozar con “Joy”, es decir, cuando vemos que ha tomado el pedazo de carne que le están ofreciendo en las manos, hay un corte a la oficina en Nueva York, con un close up a una caja que Joan está abriendo, luego vemos que son cajas apiladas que contienen panecillos (de los cuales nos habían advertido ya antes) esto pudiera ser una analogía de lo fácil que es dejarse mimar, sin pensar en las consecuencias, es decir, en ningún momento se respira un "Why not?" Me parece interesantísimo que sea Joan el personaje que hace vínculos, el personaje que nos permitirá identificar estas analogías, y es que Joan es toda una tentación, es un capricho que cualquiera pensaría en cumplir para mimarse.
En el episodio The Jet Set, todos los personajes chocan con su realidad en algún momento, algunos se dan cuenta, otros no, pero siempre chocan y caen y todos aceptan regalos pecaminosos, que parecen indefensos. Sin embargo, algunos personajes mutan, como Peggy, pero lo hace al aceptar una “derrota”, cito: “¿por qué siempre escojo a los hombres equivocados?”, dirá a su acompañante. Este compañero de trabajo gay de Peggy, es el único personaje en este episodio que, al hacer una revelación importante, se destapa, se deja ver como realmente es, mientras los demás siguen presas de su propio mundo y esclavos de la posición o del rol que juegan en Sterling Cooper.
Qué capítulo.


Agradezco a CinemaNet y a su invitado por lanzar la pregunta: ¿de qué se trató?, aquí pueden revisar el podcast sobre Mad Men que hace CinemaNet.

lunes, octubre 29, 2012

1156.8

Éramos tú y yo acostados en el piso de la sala, había una alfombra. Vivíamos en una casita dentro del bosque, llovía casi todo el día. A veces la casita estaba en el pueblo de nadie, con caminos de piedra. Éramos tú y yo en el anonimato. La casita estaba vacía, veía el crujir de sus habitaciones, no sé cuántas tendría, algunas cuantas suficientes para dar espacio. La casa crujía al tiempo de resolver nosotros acostados en el piso de la sala escuchando la lluvia. Un día abrí la puerta, encontré una hoja arrugada, parecía arrancada de un cuaderno (un cuaderno es un todo), no tenía idea de que en ese momento se abría un túnel, desapareció el tiempo. Me llevaste a la casita porque la habías encontrado un día que buscabas refugio; no lo dices, pero lo supongo; quizá no sabías: era el mejor lugar al que podías llevarme. La música caía de las gotas de agua, es la naturaleza quien te abraza húmeda, el frío puede andar por cualquier mínima abertura entre las ropas térmicas y así te congela. Por la noche hacíamos paseos curiosos dentro de la casita, yo trataba de enteder qué querías ahí, sólo entendía las ganas de quedarnos, permanecer, ser estatuas. Bellas estatuas a quienes la lluvia acariciará y a quienes el frío hará nada.  Estatuas. Ser. Fuimos. Éramos. Nadie; ahora comprendo la necesidad de permanencia y no la tienen mis ojos.

"I liked to be in the wooden deck listening to strange voices coming out of the sewer. It took me 1156 seconds to picture you with your tattooed arms looking at me  and your beautiful eyes made of stone holding my breadth   it took you 1156 seconds to make me enjoy your steps while correcting my lines. Now the traces of your long hair road are gone   you've gained a space in the life of my depraved words."

En el porche de la casita todo me parecía familiar, lo había visto antes y había sentido por los poros y dentro de ellos, reconocía los momentos, pero no lo había tenido en una sola pieza: compleja y sencilla.

   quiero hacerte estatua  quiero ser estatua  ninguna viendo a la otra  sólo una al lado de la otra  unidas por una base   y si la tierra que nos posee  nos separa  que sea ella misma  quien nos recoja y nos una.


for that man who made me understand the complexity of a statue.

jueves, octubre 25, 2012

Certified Copy (2011)

Letras para desempolvar las teclas: "... lo peor de todo es que que siempre regreso a lo mismo: el cine. Es como ir de compras, agarrar una prenda, dejarla, buscar entre mil más y regresar a la primera. Pareciera que no hay opciones."
He disfrutado en los últimos meses de eventos muy interesantes en la ciudad, desde un movimiento estudiantil, hasta lo que pareciera ser un grito por la cultura. Por alguna extraña razón todo me lleva en un recuerdo desesperado a Guanajuato (un sitio despreocupado) o a L.A. (un sitio que considero cínico e irracional), de ahí que regreso a la búsqueda de la felicidad que me provocan buenas historias narradas a través de la música y el cine. No tengo remedio. Hablar sobre cine me pone feliz.
"Sólo sé que no sé todo sobre cine", estoy agradecida con mi ignorancia por no saberlo todo; saberlo todo sobre cine me llevaría al suicidio. Me gusta descubrir, encontrarme con el cine sin llevar una relación forzada, precipitada. (Ahora que lo pienso, hay una ciudad con la que tengo una relación forzada y precipitada, estoy pensando que esto no funcionará nunca.) A veces me paniquea (del sustantivo pánico) que la gente se acerque a mí pensando que lo sé todo sobre cine, o que el cine es sobre lo único que pueden hablar conmigo, desafortunadamente, la mayor parte del tiempo es verdad, porque no sé cómo socializar con la gente, y hablar sobre cine resulta ser el perfecto rompe hielo. El cine es mi zona de confort.

In Tuscany to promote his latest book, a middle-aged British writer (William Shimell ) meets a French woman (Juliette Binoche) who leads him to the village of Lucignano. While there, a chance question reveals something deeper. / En la Toscana, para promover su último libro, el escritor de edad madura conoce a una francesa que lo lleva a la villa de Lucignano. Allí, una pregunta al azar revela algo más profundo.

El primer ejercicio que tuve que hacer con Certified Copy fue deshacerme de cualquier tratado que pudiese tener sobre los hombres "middle age" para seguir la historia. Estos personajes masculinos resultan realmente exquisitos; es decir, resulta muy fácil enamorarse de ellos, por lo tanto, resulta muy fácil seguirles la trama, son carismáticos por naturaleza. Kiarostami lo sabe y hace uso de este recurso al introducir a un escritor en un escenario donde presenta un libro que cuestiona el valor de las copias, frente a las piezas de arte originales. El libro lo presenta en la Toscana, y de inmediato, contrasta  con el personaje femenino (para seguir con el juego, si se quiere, inocente) al presentarnos a esta mujer un tanto dispersa, que quizá lleva una vida algo complicada, pero que, sin duda, puede resultar muy atractiva para el hombre "middle age", si se piensa que, estos solteros, siempre e indiscutiblemente, buscarán una relación de compañía con una mujer también "middle age". Dentro y fuera de la pantalla hay más de una historia tejiéndose, habría que mencionar la relación buscada por Juliette Binoche para trabajar con Abbas Kiarostami, del cual sería ésta, su primer película ficción filmada fuera de Irán, lo cual da mucho gusto. Mi primer acercamiento a Kiarostami fue con The White Balloon / El Globo Blanco de 1995, no recuerdo dónde me tocó ver la película, pero me pareció un trabajo lindo, me sorprendió la historia.

 Precaución, el trailer es pésimo.


Regresando a Copia Certificada, "Ella", la mujer, se ofrece llevar a este escritor en un paseo por la Toscana; entre que andar en carro viendo el paisaje del campo, ir a museos, pasear por las calles, tomar café por ahí, etc., nos perdemos en algún punto y la historia logra hacernos olvidar cualquier interés en las primeras conversaciones que mantiene esta pareja en relación al libro y cualquier cuestionamiento sobre el arte y la vida en general, vinculada a la misma idea del libro: si es válida una copia de arte frente a la original, en tanto que la primera tiene valor, puesto que tiene individualidad; y, de pronto, todo se torna en conversaciones que sugieren demás familiaridad de uno con el otro y pronto nos encontramos en este juego donde un matrimonio busca regresar a lo que fueron hace quince años; pero, al parecer, es "ella" quien hace todo para volver a conectar con su marido de hace quince años. 

Descifrar esta paradoja o, en todo caso, a dónde lleva, quedará como labor para el espectador, sí hay claves que manejan la idea de que una de las opciones puede ser la indicada; pero el filme no dará la respuesta. Personalmente, agradezco muchísimo una película donde, de entrada, hay más preguntas que respuestas, y las respuestas que parece haber, generan más preguntas, y si uno se aproxima a la verdad, cae en cuenta de que no importa tanto. En la película se habla tres idiomas: italiano, inglés británico y francés (quizá pueda señalarse que ésto, tiene más que ver con un contexto político, dada la nacionalidad del director y la nacionalidad de los actores), con ello se van dando tonos, matices y tiempos. 

No sé si Kiarostami hace un ensayo sobre el matrimonio o sobre el concepto de relación de pareja desde el punto de vista occidental. Por qué funcionamos como funcionamos como pareja, si de pronto entendemos que no funciona y funciona mejor que no seamos como somos, si es que hablamos de matrimonio; o si la complicidad de la soledad lleva a estos dos personajes a encontrarse en un juego con la justificación perfecta que se maneja, desde el título de la película, hasta el libro, por lo que, después de una serie de conversaciones se llega a la inevitable familiaridad de uno con el otro, en tanto que, pretender, puede ser sólo un concepto.

Kiarostami estuvo nominado para la Palma de Oro en el festival de Cannes en 2010 con esta película  y Juliette Binoche obtuvo el premio como mejor actriz. En la edición 65 del festival de Cannes, Kiarostami regresa con la película "Like Someone in love", la cual espero ver pronto. 



Un par de documentales de Kiarostami.


Roads of Kiarostami (2006)                  
                        


 ABC Africa (2001) 

domingo, octubre 14, 2012

Future Shorts - Temporada de Verano

[Sigo pendiente con (Charlie Kaufmann y Synechdoche, New York (2008) ]


El pasado 4 de octubre llegó a Santiguo Club Social, en una proyección especial, la Temporada de Verano de Future Shorts, el primer festival emergente a nivel mundial que muestra cortometrajes de todo el mundo en todo el mundo.
Future Shorts es un festival muy noble, permite un enlace fuerte entre países; hay muchos festivales internacionales, pero la mayoría están como base en una ciudad y los cortometrajes y/o largometrajes llegan a ese mismo lugar, o bien, si hablamos de festivales itinerantes, siguen manejándose dentro de un mismo país. Este festival permite que, así como se proyecta la selección de cortometrajes en Egipto, se pueden proyectar en Torreón, o en L.A., o en cualquier otro lugar, así que se habla de un trabajo de curaduría importante; se puede entrar en un viaje desde la animación, pasando por el stop motion, drama, ficción documental y hasta lo experimental, todo reunido en siete cortometrajes; siete historias que, a través de un buen manejo de guión, se han convertido en historias universales. 


Street Vendor Cinema (2011)
Dir. Clarissa Knoll.
Brazil, 15 min.

Un productor de cortometrajes vende producciones al momento en la avenida comercial más ajetreada de Brasil. El resultado es una extraordinaria mezcla de géneros, desde una épica samurai hasta un melodrama familiar, todo surgido de la fantasía popular enmarcada en el caos del mercado.

“El puesto de cine”, le llamo. Este cortometraje logra tocar fibras. Me recuerda esa parte humana que siento perdida; me recuerda que todos tenemos la posibilidad de contar historias; me recuerda que los escritores no son los únicos que tienen la posibilidad de escribir las historias; que los actores no son los únicos que pueden actuar, me hace pensar en el ejercicio de que todo ser humano actúa todos los días de su vida, habrá un papel que le salga mejor que otro, pero siempre y todos los días, actuamos; o bien, siempre y todos los días, dirigimos la historia de nuestra vida. Así pues, la gente en la industria del cine no es más que otro ser humano y este cortometraje es un acercamiento-recordatorio de que no somos más que eso, todos, incluso frente a la cámara, incluso en la batalla contra la página en blanco… así que todos tenemos la posibilidad de mostrar las historias en un producto audio visual como lo es un cortometraje; somos una ventana a un mundo imaginario, aquí la ficción se encuentra dentro de estas diferentes historias, y la parte de documental en el intento de registrar este proyecto de intervención cinematográfica que duró una semana en las calles de Brasil.


We Will Become Oil (2011)
Dir. Mihai Grecu
Rumania, 6 min.

Ganador del Festival de cine en Tampere, Finlandia, este documental experimental se inspira en el derrame petrolero del Golfo de México y describe el efecto del conflicto en espacios geográficos.

 
[Mostraré mi completa debilidad al dejar que la complicidad me lleve a pensar en tener un ciclo de cine completo (después de Future Shorts, por supuesto) de Werner Herzog y la primera proyección
sería Lessons of Darkness (1992). De ahí me dejaría perder en los seis grados de separación entre una película y otra.] Sobre este corto puedo decir que quisiera que algunas cosas fueran sólo ficción.
En este documental experimental se utilizan, precisamente, ciertos elementos que resultan ser los personajes, podríamos tener, en principio, el humo, como uno de los personajes principales, es un humo que envuelve, tres columnas, dos, una, un todo de humo que nos envuelve, pero jamás es envuelto por otro de los personajes principales que es la música. La música aquí, no es un acompañamiento, es un elemento que corre paralelo a las imágenes, la sentimos, y hay que recordar que la música, en el cine, sirve para guiar la historia (no deberíamos darnos cuenta de su existencia); muy pocas veces se utiliza la música como un personaje más. Un personaje clave, además. Entonces, así tenemos ya el humo y sus columnas, la música y, el otro personaje sería el fuego, que baila sobre el agua (con mucha tristeza, por cierto.)
Lo que me parece interesante es por qué el director ha escogido como inspiración el Golfo de México y por qué documental experimental, quizá porque, como él mismo dice “mi trabajo es, primero, sobre la imagen” Qué bonita sentencia. Hay que poner atención al trabajo de este director.


Notes on Biology (2012)
Dir. Will Madden
EUA, 6 min.

Como una animación en stop motion, Notes on biology fue la ganadora de la categoría al Mejor Corto en el SXSW. Este ingenioso corto producido por Ornana Films sigue la imaginación de un estudiante durante la clase de biología.

Una de las preguntas que me hago con este corto es ¿cuál fue la primera pregunta que se hicieron los creadores de este cortometraje para

desarrollar la idea? Acaso fue ¿te acuerdas que te la pasabas dibujando en clase de biología? Notes on Biology es un cortometraje que nos permite entrar en la cabeza de un estudiante, “Mr. Ellis”, y observar el proceso de creación de su propia aventura de acción con un elefantito que brinca de una nota de biología a otra. Y lo interesante es lo que pasa cuando el profesor de biología se da cuenta de que este chico, “Mr. Ellis”, no está poniendo atención.


Guest (2011)
Dir. Ga Eun- Yoon
Corea del Sur, 20 min.

Una adolescente enojada con el amorío de su padre, se escabulle en la casa de la amante sólo para encontrar a sus dos pequeños hijos. Ganador del Premio Internacional del Grand Prix en Clermont-Ferrand, Francia. Guest es un retrato de emociones en esta bellamente actuada historia de transición producido por el Programa de Cine de la Universidad Nacional de Artes de Corea.

Este cortometraje deja claro que cuando todos los elementos que componen una producción audiovisual están en armonía, se tiene como resultado un cortometraje muy placentero y muy muy muy bueno, deja lugar a la imaginación de qué más nos dará este director a lo largo de su carrera. Es de esperarse que con la escuela que ya es el Cine coreano, sumado al programa de la Universidad, se tendrán en un futuro ciclos de cine sobre este director (mujer).

En Guest se nota a simple vista que toda la parte técnica ha sido muy bien cuidada; se nota que hay un equipo de producción bastante amplio, pero no sólo eso, también se puede ver que el director tiene toda la capacidad para dirigir a niños, lo cual indica, repito, esos destellos de un buen director en camino (este corto es el tercero en su carrera.) En esta historia, prácticamente, los niños tienen el control, no sólo por tener los papeles principales, si no, también, por la carga dramática que lleva, por sí sola, esta historia que es, en primer término, universal. La peculiaridad es cómo sostiene ese hilo de gran tensión a lo largo de veinte minutos: nos pone a dudar o temer por el curso de la historia, pareciera que va hacia un camino que podría no gustarnos, y al final, en efecto, sorprende, sin dar ningún tipo concesiones, nos maniente sobre ese hilo de tensión hasta los créditos, porque, aun cuando llega a un fin, la pregunta seguirá siendo “y qué pasará”, es decir, al final de cuentas, qué sabemos sobre el curso de nuestras vidas.


A Morning Stroll (2012)
Dir. Grant Orchard
Reino Unido, 7 min.

Creado por Estudio AKA, multiganador del BAFTA (UK) y la compañía detrás del favorito de Future Shorts Jojo In the stars, Grant Orchard narra en tres actos que abarcan más de 100 años, la historia del encuentro entre un newyorkino y un pollo. Este increíblemente exitoso corto animado ha ganado ya un premio BAFTA, el premio del jurado en el festival de Sundance y f

ue nominado a un Oscar.

Este cortometraje es todo lo que se puede esperar de trabajos que están en festivales como Sundance, o el de Brooklyn; y en premios como los BAFTA, y los Óscar. La historia es sencilla, concreta, directa, con suspenso, con drama, con comedia, con animación, con zombies. Además de un guión concebido, aunque sea de manera muy vaga, del libro True Tales of American Life. Es una gran sorpresa esta animación.


Tumult (2012)
Dir. Johnny Barrington
Reino Unido, 13 min.

Una tribu de guerreros noruegos vaga exhausta por la estéril llanura después de la batalla. Su agonizante jefe está a punto de trasladar el poder a su hijo, cuando un ejército de una clase totalmente distinta desciende sobre ellos.

Otro de los cortometrajes que entró en el camino de Sundance. Una historia bizarra, que lleva una pantalla transparente donde se presenta una ruptura en el tiempo y el espacio. Una sorpresa, realmente. Me deja mucho con el factor en la cabeza “pero qué demonios está pasando”, un guión verdaderamente interesante. 


Fireworks (2011)
Dir. Víctor Hugo Durán
EUA, 11 min.

Al crecer en Los Ángeles, el 4 de julio significa fuegos artificiales. Teniendo como marco el día feriado en el Sur de L.A. Fireworks es una historia de transición a la madurez de dos chicos adolescentes en la tarea de impresionar a un grupo de chicas.

¡Ah!, un corto de Los Ángeles en el festival de cine de L.A. y en Tribeca, el festival de Nueva York. Parece que hay muy poco que decir sobre este director, pero la verdad es que hay mucho que decir. Es un director muy joven, tan solo tiene 27 años y siendo aun estudiante de cine, ya ha estado en festivales importantes, trabajando con producción independiente, pero que han puesto especial cuidado a la edición. En relación a la historia, es universal, sencilla, refleja la inocencia de un grupo de adolescentes que, si bien ya saben diferenciar entre el bien y el mal, poco saben medir las consecuencias de sus actos, todo porque buscan impresionar a unas chicas. Creo que es un buen guión, en ciertos momentos parece que estamos siguiendo un documental sobre fuegos artificiales; se entrelazan tema y subtema en una buena ejecución, así como un interesante tratamiento sobre la dirección y composición.