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viernes, julio 12, 2013

Me intrigó la vida de la paloma escondiéndose en esa palma. Le pregunté su nombre y luego lo repetí en voz alta un par de veces después de que lo dijo, saludé y sonreí al cabo de unos segundos. Preguntó mi nombre, pero le dije que lo habia olvidado ayer. La paloma sonrió y bajó de su huequito y me dio sus alas, entonces recordé mi nombre y lo susurré. Ella lo repitió en voz alta un par de veces. "Mucho gusto", dijo y regresó a su huequito , desde donde intervino de nuevo. "No olvidaré este presente, ni tampoco los que vienen, aunque olvides tu nombre y el mío."