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jueves, marzo 07, 2013

Entra en el Juego. Parte 1

Diseño tomado de http://www.demilked.com/


Es curioso que en México se quiera jugar a ser un país competente en ciencia, en tecnología y en cultura, cuando no hay, en principio, educacion.
TV . Las opciones en la televisión mexicana van desde pobres hasta espantosas, con una apuesta, todavía, hasta la publicación de este post, hacia talk shows vacíos, con un contenido de información pobre y con una producción que va más allá de lo corriente, así como novelas de producción que se hunden en la mediocridad en sus historias y un estilo en dirección actoral que debería ofender hasta a los actores mismos. La televisión mexicana, a través de los canales de transmisión abierta, ha generado cierto número de series con formato de producción que, en su aspecto visual, parecen buenas, pero que resulta penoso ver que se trata de historias ridículas, aplaudiendo a retratar al mexicano de la manera más corriente y malinchista posible, lo cual es terrible, porque algunas de esas series no se quedan sólo en México. Este factor de exportación de programas sólo indica que se podría, efectivamente, apostar por producciones con mejor contenido y más reales, tomando en cuenta que se tiene el equipo técnico para hacerlo. O bien, existe otro caso donde parece que basta con la importación de series de televisión que, algunas, desafortunadamente resultan en tonos conservadores, de derecha, pro-consumidores, con tonos de racismo y división de clases sociales. O bien, existen los intentos de series de producción mexicana "originales" que si bien, algunas son pésimas, las que no son, resultan ser la "mexicanización" de argumentos de procedencia extranjera, sobre todo de Estados Unidos y no sólo eso, sino que, también, se busca mexicanizar un estilo extranjero en cuestión de producción y dirección. Es una lástima el completo mal uso de las nuevas generaciones de actores que la mayor parte del tiempo parecen no meterse en el argumento y estar recitando diálogos que suenan completamente acartonados, falsos. Parece que se quiere dejar en claro que no se puede realizar nada respetable Hecho en México y, tristemente, pareciera que no hay escritores que puedan desarrollar sus propios argumentos.

¿La televisión abierta en México puede seguir vendiendo el mismo contenido? Sí puede, y parece que no va a cambiar. Mucho del dinero que se mueve en nuestro país se genera de lo que vende, en gran parte, a través de la televisión.
Los pilares de la televisión mexicana no están dispuestos a procurar la producción con mejor contenido en la televisión abierta para mantener en equilibrio la balanza: por un lado, vende al público menos educado, al público conformista, contenido de poca calidad y obtiene ganancias a través de la televisión abierta; por otro lado, a través del público con cierto nivel educativo que puede costear la televisión de paga porque, de hecho, busca mejores contenidos, también obtiene ganancias debido al monopolio que se generó con la televisión de paga, sin duda está también aquél público que consume televisión de paga sólo por consumir; luego está el público internauta, del cual también se obtiene ganancias por el monopolio sobre los servicios de internet, y estos son ejemplos que se quedan en la superficie.

Mucho se dice que es mejor no ver la televisión, que leer es mejor. En México eso es completamente cierto, muy poco es rescatable de lo que se produce o se transmite por televisión abierta. Hay historias  (que se crean en la mente del escritor, se trasladan al papel, se convierten en un libro, para luego viajar a la mente del lector) que son necesarias contar en otra lengua: la televisión. Historias cuyos capítulos se convierten a un formato de series con episodios. Sin duda hay intentos que son mejores que otros. Después de la publicación de la segunda parte de este comentario sobre la televisión en México, comentaré una de esas series.

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