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sábado, marzo 10, 2012

Melancholia (2011)


One Evening

An eagle descends from this sky white with archangels
And you sustain me
Let them tremble a long while all these lamps
Pray pray for me
The city’s metallic and it’s the only star
Drowned in your blue eyes
When the tramways run spurting pale fire
Over the twittering birds
And all that trembles in your eyes of my dreams
That a lonely man drinks
Under flames of gas red like a false dawn
O clothed your arm is lifted
See the speaker stick his tongue out at the listeners
A phantom has committed suicide
The apostle of the fig-tree hangs and slowly rots
Let us play this love out then to the end
Bells with clear chimes announce your birth
See
The streets are garlanded and the palms advance
Towards thee

Guillaume Apollinaire
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Había dicho en la publicación anterior (click aquí), que el siguiente review sería sobre la película Shame (2011) de Steve McQueen, pero me temo que tardará un poco en llegar a mis manos o a mis ojos, así que haré un paréntesis y comentaré algo sobre Melancholia de Lars von Trier, que estuvo dentro del famoso círculo de películas presentadas en la 64 edición del Festival de Cannes.
 
Two sisters find their already strained relationship challenged as a mysterious new planet threatens to collide with the Earth / Dos hermanas ven desafiada su relación, mientras un misterioso planeta amenaza chocar con la Tierra. 

Para un guionista, algo que está muy claro cuando brilla una "idea" en la cabeza, es el inicio y el final del guión. Lo que está en medio por lo general causa un poco de conflicto en el proceso de escritura. Una de las cosas que más disfruto de las películas, es el guión. Me atraen mucho aquellas películas que declaran una introducción larga, lenta, cadenciosa y, aparentemente, con poco sentido; pero todavía disfruto más aquella película que, desde esa introducción, me dice cómo terminará, cuáles son las reglas; o bien, a qué punto de la historia nos llevará cerca del final, aunque no sea el final de la historia por sí misma. Y más disfruto cuando ese final se respeta, por más desesperanzador que sea. (Ej.: una historia de amor, por más bonita que haya sido, no tendría justificación de sobrevivir, si se ha dicho desde un principio que ya terminó). Y debo decir, soy tan masoquista que disfruto mucho el desarrollo de la película que se la pasa en ese juego de estira y afloja, y va agregando granitos de esperanza que luego se van por donde llegaron. 

Melancholia me ha gustado mucho, creo que voy a caer en el error de estar, las siguientes líneas, sentenciando que es una película muy buena sólo porque la historia me ha gustado mucho, sin poder explicar, claramente, por qué me ha gustado mucho. 

Bien sabido es que Lars von Trier no le "queda" a la mayoría de las personas; ni él ni su trabajo. Pero siendo concretos, su particular forma de ver la vida, ha hecho de esta historia, una buena película, dirigida casi como un voyerista, siempre observando, espiando, de lejos, de cerca, descarado, como tratando de desconectarse de las situaciones que nos está contando. Me encanta esa dirección que me hace sentir que estoy metiendo mis narices donde no debo y que estoy observando algo que, finalmente, seguro que no quiero ver. Los puntos de vista, los ángulos de la cámara, me encantan. Imagino que debe ser muy bonito tener control sobre la dirección en tu propio guión. Cuando sea grande, quiero ser como Lars (Ja!) Por lo menos ya tengo la parte de obsesivo compulsivo, "esquizoparanoide", fóbico y no sé qué más. Ojalá en algún momento de mi vida pueda justificar todos estos "males".

Spoilers.
No estoy segura de que cualquier persona pueda identificarse con el personaje principal de Melancholia; ni quiera imaginarse cómo sería presenciar ese momento particular en la historia de la humanidad, que llega a ese punto al que estamos sentenciados todos. Pero una cosa es la muerte de una persona, un ser humano o un ser vivo, y otra es el fin del planeta Tierra. Es decir, en esta película no es sólo que el ser humano pueda desaparecer, si no todas las especies, sin dejar esperanza de preservación, alguna huella, algún rastro para futuros seres de que, en ese lugar, existieron unas cosas llamadas "seres humanos"; o bien, por otro lado, existe la sentencia de que somos los únicos en el universo, estamos solos. En esta película se acaba todo, desaparece, no hay más. No nos transformamos en nada y nadie sabrá de nosotros. El planeta Tierra choca contra otro planeta y no existe más. 
En la vida "real" la gente "normal" (los no depresivos) no se pone a pensar demasiado en el fin del mundo o en la muerte, y si se le llega a cuestionar, su respuesta es "por eso hay que vivir la vida al máximo" o "no me gusta hablar de esas cosas". Pero lo más interesante (que si bien la Tierra desaparece, nada importa ya), es que la gente normal tiende a no controlarse en situaciones un tanto extremas; por el contrario, aquellos dramáticos, depresivos, paranoides, retraídos, etc., tienden a estar más tranquilos porque, qué más da si ya esperan lo peor, si practicamente el caos es su segundo nombre, y consideran la almohada o la cama, el mejor refugio contra el mundo, por lo tanto, cuando el mundo esté cerca del fin, ahora sí, pueden salir y disfrutarlo, por lo menos media hora, justo antes de que la Tierra llegue a su fin. 
Bajo esta línea de diferencias entre hermanas se maneja la película: Justine (Kirsten Dunst), nombre que ha sido bien seleccionado por el personaje de Donatien, es una publicista algo inestable que recién se ha casado con Michael; y Claire (Charlotte Gainsbourg) es una aristócrata madre y ama de casa que tiene un matrimonio estable con John (Kiefer Sutherland), quien es un astrónomo aficionado.
La historia está muy bien dividida en tres partes: una introducción que comienza con la música del preludio de Tristán e Isolda de Richard Wagner y es acompañado de imágenes en "extreme" slow motion y termina con imágenes del planeta Tierra chocando contra otro planeta; luego sigue el capítulo de Justine e inicia con ella y su marido en una limosina que encuentra dificultades para avanzar en un camino de curvas cerradas, esto hace que se retrasen dos horas para llegar a su recepción, de la cual se ha encargado Claire en todos los aspectos junto con John. Ellos reciben a los novios a la entrada del salón y en algún instante, Justine mira el cielo y se da cuenta de que hay una estrella roja, John señala que es Antares. Luego, poco antes de entrar al salón para dar inicio a las actividades que ya han sido retrasadas, Justine decide llevar a Michael al establo para que conozca a Abraham, su caballo. Estas secuencias dan ciertos destellos de que hay algo más en la mente de Justine que su boda. Para cuando entran al lugar de la recepción, son recibidos por el planificador de bodas y el mayordomo de la casa, quien los invita a participar en un concurso para adivinar el número de frijoles que hay en una botella, cada uno habría de colocar frijoles dentro de ésta y luego dar un número aproximado (en el capítulo de Claire, Justine confieza que ella sabe cosas, cosas que las otras personas no, incluyendo el número exacto de frijoles). Pero en este punto es sólo el novio quien da un número. Una vez dentro del salón comienzan a saludar  a los invitados, luego, John brinda por los novios, conocemos a los padres de Justine, quienes están separados y vemos a la madre de Justine que se niega a dar un discurso, el padre juguetea en la mesa con dos mujeres llamadas Betty. El primero en dar un discurso para los novios es el jefe de Justine. Esta escena que, hasta hace muy poco no hubiera entendido el peso que tiene, es una muestra de cómo hacer negocios. Mientras el jefe de Justine da su discurso, proyecta una imagen de una campaña publicitaria y le demanda un slogan para, luego, despedirla de su puesto de copywriter y darle el puesto de art director. El siguiente discurso lo da el padre de Justine y da pie a una pelea-discurso por parte de la madre que deja en claro que odia los matrimonios. A partir de aquí comienza la decaída de Justine, quien cada vez más va sintiendo un peso dentro de ella que no puede explicar e intenta continuar con sus obligaciones como "la novia", pero poco a poco quiebra y va buscando refugio, primero lejos del salón de la recepción, cerca de un hoyo del campo de golf, luego en la cama justo a su sobrino Leo, al que ha puesto en cama para dormir, pero Justine también se queda dormida. Cuando Claire va a buscarla, Justine confieza que tiene una sensación muy extraña, pero no sabe qué es. Luego se pasa a la bañera de su cuarto, mientras en el salón le esperan para continuar con la fiesta, para esto, la madre de Justine, también toma un baño. John, esposo de Claire, va a buscarlas y aquí es cuando vemos por primera vez que la reacción de John es un tanto arrebatada, con justificación, si hay que decirlo. En cambio, Justine y su madre, siendo depresivas,  con todo el caos en la fiesta, logran estar lo más desconectadas de toda preocupación. Una vez que Justine ha salido de la bañera, logra partir el pastel junto con Michael, y continúa viéndose bajo presión cuando  Michael habla con Justine de planes a futuro, más concretos a 10 años, pero Justine parece no muy emocionada con el futuro; luego su jefe la presiona con su asistente para que le de ese slogan para la campaña, Justine decide encerrarse en el cuarto de lectura de la casa y mueve algunos libros que abre en ciertas páginas que contienen imágenes clave en la película. Luego, busca a su madre para platicar, pero una vez más encuentra rechazo. Continuando con la fiesta, los novios y los invitados se dirigen al campo de golf para lanzar al cielo globos aerostáticos pequeños color blanco sobre  los que se han dibujado o escrito en honor a los novios. John ha colocado un telescopio para que puedan ver los globos viajar en el cielo y es allí cuando Justine parece ir entendiendo que eso que le pesa, puede estar allá afuera. Tras un intento fallido de pasar la noche como marido y mujer, Justine abandona el cuarto y va al campo de golf donde tiene sexo con el asistente de su jefe. El novio logra ver esto y al día siguiente abandona a Justine. Ésta se encuentra derrotada pues ha perdido todo; en algún momento su vuelve a encontrar con su jefe y tiene una discusión por ese slogan y Justine termina confesando que odia su jefe y a su compañía, luego vemos que incluso un intento de hablar con su padre no se logró. Claire termina molesta con Justine por haberla engañado haciendo creer a todos que ese matrimonio y la fiesta era algo que ella quería y así termina el capítulo uno: Justine.
Claire, en el capítulo dos, recibe a su hermana Justine en la casa puesto que ha entrado en una fuerte depresión, pero con el tiempo y la ayuda de Claire, va saliendo y luego vemos que Claire, poco a poco, con la llegada de este nuevo planeta llamado Melacholia que, según los expertos pasará sólo cerca de la tierra sin chocar, va perdiendo los estribos. Por un lado, John, el esposo, intenta mantenerla en calma diciendo que el planeta no chocará con la tierra, que quizá sólo cause algunos fenómenos que terminarán por desaparecer, así se alistan en familia para el paso de este planeta. Leo, quien tiene mucho interés en la astronomía, crea un artefacto con el que puede medir el paso de éste, viendo el cambio de tamaño. Al parecer todo marcha bien, pero luego, una mañana, John se da cuenta que el planeta en realidad se está acercando al planeta tierra y que el fin está cerca, por lo que decide suicidarse. Cerca del fin, no sólo del mundo, si no de la película, Claire pierde el control y es Justine quien logra mantener la calma en beneficio de Leo, para que él se encuentre tranquilo y no sienta miedo puesto que su padre, justo antes de suicidarse, le dijo que el fin estaba por llegar y no había nada que se pudiera hacer. La película termina con el choque de nuestro planeta Tierra con el otro, pero no lo vemos desde el espacio, si no desde el campo de golf donde Leo, Claire y Justine, se han sentado dentro de una cueva hecha de palos que funciona como protección, o al menos eso hace creer Justine a Leo.

Definitivamente no  es una película que se pueda recomendar a gente depresiva. Pero es condenadamente bella en su depresión.


Siguente película Shame (2011) - Steve McQueen, o bien, A man and a woman (1966) - Claude Lelouch


 

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