Pecado. Dejar de fumar
no ha sido tan sencillo como lo pensaba. “Deja de correr”, dile a un
maratonista. Lo hace si su rodilla está sumamente lastimada y su vida depende
de ello. Correr no es malo. Fumar, ahora dice todo mundo, que sí. Al gobierno
le “sale” muy caro el pueblo que fuma. Pero la nicotina ha tranquilizado por
muchos años mi ansiedad. ¿Que antes de fumar no la necesitaba? Cierto. Pero el
cuerpo cambia, la mente igual. No es una situación de “costumbre” el fumar,
casi puedo asegurar que mi cuerpo lo necesita.
Por fortuna tengo
un vicio que no me hace daño (y tampoco me ayuda, dirán): el cine. Comenzó cuando
yo tenía alrededor de 8 años. Mi padre nos acostumbró, a mi hermano y a mí, a ver películas los sábados y domingos por la tarde. Una de las
películas que más recuerdo fue 2001: Odisea en el espacio. ¿Qué padre, en su
sano juicio, deja a sus niños ver esa película? Jamás entendí de qué trataba, pero lo más interesante era el por qué le gustaba tanto a mi padre.
Cuando se lo cuestionaba, su respuesta era un análisis que entendía poco menos que a
la película, y sus expresiones de admiración por el trabajo de Stanley Kubrick,
todavía me resultaban más aterradoras que verlo hacer figuras de yoga, con las
cuales, su cuerpo parecía deformarse. Ahora, después de mucho tiempo, entiendo
por qué le gustaba tanto y por qué la veía cada que podía. Debo agradecer a él
ese primer contacto con el tío Stanley, pero no es 2001: Odisea en el espacio, la película que me
causó una "primera impresión". Lo es otra, una sobre marcianos y una cueva y unos
niños y… no recuerdo su nombre. Por mucho tiempo la tuvimos en casa, estaba
dentro su estuche muy bien guardada en formato Beta. ¡Ah, qué lindos tiempos!,
recuerdo que teníamos un aparato que regresaba la cinta de las películas.
Aquello era muy emocionante porque eran minutos de espera para que la película estuviera de nuevo en el
inicio... En fin.
No soy
cinéfilo y no soy adicto al cine, sólo me gusta mucho. Dice Tarantino que hay
dos tipos de cinéfilos: aquél al que le gustan las películas que le gustan, y
aquél al que le gusta el cine. Yo soy del primer tipo: me gusta el “cine” que
me gusta y, dentro de lo que me llamó mucho la atención en el 2011, fueron las
películas que se presentaron en el Festival de Cannes, pero sólo he podido ver tres:
La Piel QueHabito / The Skin I Live In (2011) – Pedro Almodóvar
Desde que su mujer murió quemada en
un accidente de coche, el Dr. Robert Ledgard (Antonio Banderas), eminente
cirujano plástico, se interesa por la creación de una nueva piel con la que
hubiera podido salvarla. Doce años después consigue cultivarla en su
laboratorio, aprovechando los avances de la terapia celular. Para ello no
dudará en traspasar una puerta hasta ahora terminantemente vedada: la
transgénesis con seres humanos. Pero ese no será el único crimen que
cometerá...
El trailer o
avance cinematográfico busca sólo una cosa (perdón por el lugar común): el amor
a primera vista con el espectador. A este amor se le conoce también como
“llamar la atención del espectador” o “atraer al espectador”. He creado una regla[i]
para no caer ante los coqueteos de un avance cinematográfico: “Si el
trailer es lo suficientemente atractivo, la película puede no ser muy buena;
pero si el trailer es lo suficientemente no atractivo, la película puede ser
bastante buena” Por atractivo pienso en explosivo, conmovedor; por no atractivo pienso en
cortes sin sentido. La mayoría de las veces la frase “es demasiado bueno para
ser verdad” -que suena prejuicioso, lo sé-, funciona. El trailer es algo que
deberíamos omitir.
El avance
oficial de La Piel Que Habito dura 2:12 mins. A cada tanto se muestra un “texto
en pantalla negra” describiendo la fortuna de los personajes. Este avance no
fue del todo bien recibido por el público en general. Hubo un avance de 1:03
mins. que me encantó, pues daba referencias de diversos estilos, un ritmo y
personajes que tenían todo para desarrollar un buen thriller psicológico. Pero
fui engañada, o me engañé solita. Pensé en la frase “Una película de Pedro
Almodóvar” y dije “me gustará” porque Almodóvar es Almodóvar. ¿Qué clase de
estupidez es esa de mi parte? Claro que me gustó, más hay un enorme PERO y es
(otra frase trillada) que “en gustos se rompen géneros”, por ello me he quedado
con esa sensación maldita rcida" (no por "compleja", si no por
retorcida).
La película tiene elementos de fotografía y música que le
dieron mucho poder, aun con esto, la historia no me iba sorprendiendo, no me
decía gran cosa más allá de lo que ya sabía o podía ir imaginando. Me dejó
embelesada con los coqueteos al ojo que daba la decoración; me encantaron los
detalles y prevaleció el estilo ya característico de Almodóvar con su pasión
por los colores en contraste, el baile, las canciones... ¿y la cuestión erótica?
Parecía que pudo haber sido más explícito e incluso allí se quedó corto. A mi
gusto, eran muchos elementos con los que sentí que necesitaba más, lo que me
ocasionó frustración.
¿Es, acaso, que sólo se cuenta una historia y no se busca
hacer un análisis en algún tema en específico? Pero los temas estaban ahí para
ser explotados; la psicología de los personajes pudo haber sido mejor trabajada
para que llegara a ser un thirller psicológico; pensé que la película se
salvaría con la justificación del Síndrome de Estocolmo. Terminó como (no habrá
spoiler) una novela, no literaria, aclaro. Hubo un momento en que pensé en mi querido Tarantino (por
la escena de la motocicleta en carretera), o en Hitchcock. También tuve sueños
húmedos, en instantes, con David Lynch, pensando en que éste pudo haber
dirigido la película y habría sido muy enferma y muy muy buena.
He escuchado y leído críticas en donde todos están de
acuerdo en que Almodóvar ha manejado y mezclado estilos y elementos a la
perfección como el horror y la perversión, pero insisto, me quedé con ganas de
más. Es decir, ¿dónde está la perversión?, ¿dónde está el horror? No me la creo
en los personajes. Spoiler: Hay una parte en la que creo en el horror que puede
sentir el personaje y aparece muy poco. Hablo de la hija del Doctor Robert,
cuando ella está bajo el árbol. Por otro lado, pienso que la mayoría de los
hombres puede sentir “horror” al imaginarse en la posición de un personaje
central en la trama. Pero no soy hombre, por lo tanto, no me parece horror, me
parece más que merecido lo que le sucede al personaje. ¿Que el Doctor Robert
estaba trastornado y lo llevó al límite? Sí y eso lo entiendo, pero no me lo
creo.
Hubo momentos, dentro de la sala de cine, en los que la
gente estaba, en serio, horrorizada, y yo no sentía nada. No necesito que sea
gráfico. Creo que el problema se centra en que tengo un grado de perversidad
algo elevado y necesito más, mucho más para sentir horror y perversión. ¿Habrá
sido que las actuaciones no me convencieron tampoco? Qué puedo decir, Antonio
Banderas parecía sólo un modelo porque su vestuario es muy afortunado, pero ese
vestuario opacó la esencia del personaje, cuando debió enfatizar su psyche. Para mí, en esta ocasión, hubo mucho enfoque en lo
estético y hubo muchas referencias, mas no está en tela de juicio el gran estilo
de Pedro Almodóvar.
Capricho. El asiento tiene pegamento
The Tree ofLife / El árbol de la vida (2011) – Terrence Malick
Con The Tree of Life llegué a la función de la 1:40 p.m., por ser la primera función y día 12 de diciembre, fue muy normal ver que sólo fuimos tres personas dentro de la sala. Los otros dos eran un padre y su hijo. Para las 2:30 p.m. había quedado sola. No sé cómo se habrá comportado la audiencia en las demás funciones. Pero tuvo corta vida en catálogo, creo que sólo fue una semana en cartelera. Quiero pensar que la audiencia inclinada por el "no me gusta" es sólo porque no estaban preparados para una película como ésta. ¿Y cómo nos preparamos para una película así? Viendo más películas. Creo que el público está acostumbrado a que le cuenten historias de todo tipo y con narrativas poco usuales. Pero aun no está acostumbrado a un estilo de dirección experimental.
Cuenta la historia que así sucedió con 2001: A Space Odissey. Según los hechos, las salas se quedaban solas y gran parte del público no entendía exactamente qué sucedía con la historia; los críticos fueron duros, y el espectador la odio o la amó, no hubo partes neutrales. Pero ha sido el paso del tiempo, como siempre, la mejor cura para dicha película, dándole el lugar que merecía y que ha merecido. Siempre me pregunté qué habrá sentido el espectador de 2001: A Space Odyssey al estar allí sentado viendo esa película por primera vez. Ahora, The Tree of Life (además de hacerme sentir muy "pequeña" en este mundo), me ha acercado a una experiencia similar.
Cuenta la historia que así sucedió con 2001: A Space Odissey. Según los hechos, las salas se quedaban solas y gran parte del público no entendía exactamente qué sucedía con la historia; los críticos fueron duros, y el espectador la odio o la amó, no hubo partes neutrales. Pero ha sido el paso del tiempo, como siempre, la mejor cura para dicha película, dándole el lugar que merecía y que ha merecido. Siempre me pregunté qué habrá sentido el espectador de 2001: A Space Odyssey al estar allí sentado viendo esa película por primera vez. Ahora, The Tree of Life (además de hacerme sentir muy "pequeña" en este mundo), me ha acercado a una experiencia similar.
La sinopsis dice lo siguiente:
“The story centers around a family with three boys in the 1950s. The eldest son witnesses
the loss of innocence” - “La película está ambientada en los años 50 y narra la historia de una familia estadounidense, centrándose en la evolución
de su hijo mayor”
Cuando miré el trailer sólo pude ver que el ritmo
parecía bueno, algo lento; la música muy interesante; las actuaciones de Brad Pitt, Sean Penn y Jessica Chastain y los niños, son muy
buenas; hay escenas cotidianas que juegan con la memoria; la dirección me pareció muy
acertada; la fotografía de Emmanuel Lubezki excelente. Dicho todo esto, sólo hablamos de primeras impresiones. Para esta
película, lo mejor que pude hacer fue entrar a ciegas y dejarme llevar por la
historia que, posiblemente, me
sorprendería. Y así fue, si hay que decirlo de una forma, The Tree of Life es
un poema a la vida (o sobre la vida).
Cierto es que puede demandar paciencia y tolerancia por parte del público que está
acostumbrado a lo “mainstream”, es decir, películas comerciales, hollywoodenses.
Sin embargo, NO requiere un espectador conocedor, no está dirigida sólo a
cinéfilos. Por el contrario, está pensada para llegar a todo público a través
de las imágenes, de la música. El espectador entra vacío (ciego) y sale lleno (iluminado). Este es un ejercicio
en el que Terrence Malick intenta comunicarse con nosotros, de llegarnos hasta
el último poro, pero no busca ser, ni es conmovedor. A pesar de tanta belleza,
sigue retando al espectador con su estilo. Tiene puntos de vista
tan afortunados de edificios que, aun en movimientos constantes, nos hace
sentir que estamos ahí, de pie, observando cómo rueda el mundo,
mientras una presencia que eriza la piel, te hace recordar cómo rodó el mundo
atrás tiempo.
Hay tres movimientos
en la vida que son muy bien representados a lo largo de toda la película, por
lo que sobra decir que es un trabajo que de ser abordado en otra etapa (o en
otro movimiento), podremos recibirle, si bien ya no a ciegas, sí dándole otra
lectura, sin perder de vista el planteamiento principal de que “hay dos caminos
en esta vida: el camino de la naturaleza, o el de la gracia”. La guía al mundo
por medio del padre o por medio de la
madre. Es una película que (sin ser spoiler) dice: “algún día caeremos y
lloraremos… y lo entenderemos todo”, sentenciándola a prolongarse hasta el final de nuestros días o hasta el final o la infinitud del
mundo. Es un trabajo transparente, que no busca pretensiones en estilo, o
referencias a nada, es una sinfonía; ustedes eligen cuál y cómo la viven.
No puedo decir más, análisis sobre esta película se harán muchos. Dejo como recomendación el que si deciden verla, lo hagan de principio a fin.
Ya no está en salas comerciales, por lo tanto, ya no existe (y no debería
existir) la posibilidad de abandonar la sala. Piénsenlo así: si la llevan a casa,
será porque, a pesar de todo pronóstico, despertó cierto interés en sus mentes,
por lo tanto, tendrán que verla completa y sin interrupciones. Es molesto cuando la gente se sale de la sala porque simplemente la película no es
lo que esperaba. Si compras un libro y no te gusta, no lo tiras a la basura,
quizá lo regales… regala ese tiempo a la película que hayas decidido ver,
aunque no sea de tu agrado inmediato.
Sí, la película sí es muy buena.
Sí, la película sí es muy buena.
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