Creative Commons

miércoles, febrero 03, 2010

Saudade por una ciudad en caída libre.

"Se le llama caída libre al movimiento de un cuerpo bajo la acción exclusiva de un campo gravitatorio"
Fuente: La wikipedia. 

Me he sentido ausente. He dejado de ser yo en las últimas dos semanas: dejé de escribir, dejé de analizar todo cuanto me fuera posible (lo cual siempre hago sin bases científicas o filosóficas), dejé de sonreír y, a la vez, dejé de sentir tristeza. En esas dos semanas dejaron de interesarme el exterior y la gente a mi alrededor. 
Me perdí en la música y me dejé llevar. Me reencontré con un álbum de rock gótico y por primera vez sentí algo nuevo y diferente. Estuve en un estado de euforia, de soliloquio, sentí algo que podría compararse (por lo que he visto en las películas y por lo que he leído) a los efectos de la heroína: sedación, euforia, depresión respiratoria y náusea. Sin embargo, este estado, para bien o mal mío, ha "evolucionado" o ha sido desplazado haciéndome regresar a lo más básico y primitivo.

Me sentencio por vigésima vez como ser humano: soy de carne y hueso; siento y percibo lo mismo que los demás; tengo las mismas necesidades fisiológicas; puedo ser tan todo lo bueno y tan todo lo malo como cualquier otra persona; soy tan mortal como cualquier otro, por lo que cometo atinos y errores por igual.

El abandono de mi estado de hipnosis musical no ha dado pie a que mis pensamientos se concreten en regresar a la escritura de mis románticos guiones cinematográficos, porque no fue que de un día para otro haya perdido el gusto por ese álbum de rock gótico.
No. El despertar de ese estado es, en efecto, resultado de eventos recientes en mi ciudad.

Este sube y baja de emociones me hace recordar dos cosas:  1) Paul Bloom comentaba en su curso abierto por internet sobre Introducción a la Psicología que "la gente va a terapia cuando se sienten muy mal. Así que ir a terapia en ese momento no ayuda en nada, porque la terapia no tendrá efecto alguno en ellos, porque después de que esa gente se siente bastante mal, probablemente mejorará en vez de empeorar" y esto me lleva a; 2) Un "absoluto" de Güémez: todo lo que sube tiene que bajar o, propiamente dicho, "Lo que de aquí pa´lla es subida, de allá pa´ca es bajada"
Por lo que me digo una y otra vez que si estaba en "euforia" y he caído, probablemente mañana voy a estar mejor, volveré a sentirme feliz sin importar los garrotazos de la economía, los problemas cotidianos con la familia y los conflictos sentimentales.
A todo esto digo que sí: podré sentirme lo mejor que quiera conforme a lo que esté a mi alcance, puedo acostumbrarme a sobrellevar esas pequeñas situaciones, hasta puedo llegar a comprenderlas. 

Si esta madrugada logro dormir y luego despierto, recordaré que "el ayer" fue parte de un momento en mi vida en que me sentí bastante mal y mañana comenzaré a sentirme mejor, pero pensando en que existe una realidad ajena al cotidiano estado de conciencia de "ser" que somos cada uno de nosotros, seguiré no sólo sintiéndome triste, si no ser humano mortal, por lo tanto vulnerable. 

El sentirme bien o mal no estará en mis manos. Está en mis manos crearme un estado de conformidad para continuar con mi vida y la mía es sencilla, sólo escribo, para muchos otros ha sido, es y será significativamente más difícil. Parece hecho a propósito el que todo el día de ayer y la madrugada de hoy haya estado nublado y lloviendo en toda la ciudad., pareciera que Dios se predicó editor de nuestra película de fin de semana y el clima es una consecuencia simbólica. "Está nublado porque el ambiente en la ciudad es triste y la lluvia que cae del cielo son las lágrimas de todos nosotros"

La tristeza que sentimos se dice de los hechos recientes, pero yo siento que esa tristeza es producto de la nostalgia. La ciudad como la conocíamos ha quedado encriptada bajo las infinitas carpetas de asfalto y ahí nuestros recuerdos.
Indudablemente tendrá que llegar un momento de tranquilidad, pero para llegar a ese momento muchas cosas tienen que moverse, desafortunadamente las posturas de nosotros como seres humanos no evolucionan ni se modifican al mismo tiempo, lo cual impide que los acuerdos puedan darse.

De ahí que una bola de nieve que baja por la colina, lo haga con mayor masa y velocidad hasta impactarse con lo primero que encuentre y aunque pueda detectarse la trayectoria que llevará, nunca se sabrá a ciencia cierta dónde pegará. 

Lo único que me queda como objeto de esperanza en este momento es la existencia del entendimiento comunitario por el dolor y el miedo, pero me cuestiono por qué estos sentimientos extremos de alegría o  en este caso, de tristeza, se dan conforme a los hechos que se presentan en la sociedad: estamos unidos y felices cuando una fecha en particular en el calendario lo amerita, o bien, estamos unidos y con miedo cuando un hecho en particular nos sobresalta.

La canción que se me ocurre para este día es:

1 comentario:

Vicente Muñoz Álvarez dijo...

intensa

& hermosa

saudade

besos desde la otra orilla

v