A series of short films set around the theme of male infidelity / Una serie de cortometrajes basados en el tema de la infidelidad masculina. |
No logra concretarse algo, definitivamente
tendrá fallas. Quizá es la búsqueda de respuestas con tonos intelectuales lo
que se espera ver en pantalla al tratarse temas de este tono, al no encontrarlas, más de uno puede resultar insultado. Aquí la infidelidad
se muestra ejecutada por el sexo masculino, sin embargo, uno de los
cortometrajes intenta colocarnos la idea de que no sólo es el hombre, dentro de
una relación heterosexual, quien puede ser infiel, sino también, y, más
interesante aún el hecho de que sea por los mismo motivos, la mujer. Si bien
quiere colocar la idea como un ejercicio de análisis, puede resultar fallido el
intento, puesto que la aclaración de la infidelidad casi como una institución
dentro del contrato matrimonial, es innecesaria. A muchos nos queda claro que
la infidelidad existe y que se da por ambas partes en todo tipo de relaciones,
que algunas partes se vean más penalizadas que otras, es una cuestión de
pobreza mental en nuestra sociedad. .
El ejercicio -que viene a
presentarse como una idea original de Jean Dujardin, a quien recordaremos como
ganador del Óscar por su actuación en la película El Artista (2011), dirigida por Michel Hazanavicius, quien también participa como director en Les Infidèles- muestra no
una batalla por la fidelidad, si no lo ridículo a lo que pueden llegar las
partes. ALERTA DE SPOILER: Un ejemplo se da muy al inicio de la película. Después de haber tenido sexo con un par de chicas a
quienes acababan de conocer en un bar, dos amigos se encuentran aseándose en el
baño del hotel, cuando se escucha el cerrón de la puerta del cuarto donde se
encuentran. Uno de los amigos señala “No me lo puedo creer, y ¿se han ido?”, refiriéndose a las chicas, a lo que el amigo contesta “Podían haberse despedido” Es un momento realmente
ridículo el que después de toda la escena de sexo que cada uno tuvo con su cada
cual, todavía esperaran una despedida. Es un instante que me sacó una risa algo
forzada, pero lo logró. .
Otro de los cortometrajes, quizá el
más logrado, se llama “Lolita” y aquí sí hay momentos en los que logramos ver
un poco más la psicología del personaje, pero vuelve a cerrar con un tono que
resulta insultante no sólo a los personajes, si no al espectador. Pero incluso
así, logra retratarse alguna de las posibles situaciones en las que las parejas pudieran encontrarse alguna vez.
La película no fue bien recibida fuera de Francia, yo no creo que sea una película
mala, ni que sean cortometrajes malos, hay algo y lo refleja. Es una
película que un público adulto puede disfrutar con cierta facilidad, y si alguien,
al interior de su persona ha encontrado una dualidad que le permite la atracción
hacia el género del mismo sexo y al género del sexo opuesto, sin duda que le resultará más
divertida. Los personajes no tienen tapujos, se muestran despreocupados, pero a su vez no, cínicos, en fin, si uno elimina tapujos antes de verla, podrá pasar un
rato con reacciones interesantes, risa, estupefacción, sólo por mencionar
algunos.
En lo personal sí salí pensando en que la película falla, en que no me
dice nada y que no hace más que retratar algunas situaciones de una manera ridícula
y, a tantos, graciosa. Pero entre más pensaba en sus fallas, entre más pasaban los
minutos después de haber terminado la
película, no pude dejar de pensar en ciertas escenas que me vuelven a provocar
risa. Aquí es donde creo que la película ha logrado concretar algo, porque se
mantiene en la memoria por un rato y se disfruta mucho que sea explícita y sin
censura, siempre se agradece el cine con tonos claros, sin supuestos. Quizá los
momentos que más disfruté fueron la terapia de Infieles Anónimos, el cierre de
la película y el clip extra entre los créditos que forma parte de Infieles
Anónimos. Así pues, estos “a ratos cortometrajes”, antología, película, realizada
entre ocho directores, escrita entre cinco personas, con una colaboración directa
entre dos grandes actores franceses, que se vuelven a prestar a la comedia, como
lo son Jean Dujardin y Gilles Lellouche, merece una mirada. No serán carcajadas
al estilo Hollywood, pero habrá risas. En realidad, me gusta la película, me dan ganas de verla de nuevo y estudiar a los personajes, por otro lado, seguiré un par de referencias que señalaron los dos realizadores y queda, por supuesto, la invitación para los lectores de este blog a que se acerquen a esas referencias que son la serie de televisión que sigo fielmente, Californication con David Duchovny, y la película de Dino Risi que aún no he visto, I Mostri (1963). La veré pronto y comentaré algo.
Censura a la vista.
Censura a la vista.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario