![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFCPXgAWzS8QyYG05UXQqKbqrT8oEe_hmcLL-YTg6x8jGdg2pJ3JIaasInvRrP86iKvsA0J3qALiUhcg7VTlvq10pVQvwWZuA36hr74L9lx1-eYvmoC8Gs8IKSW0LCfUUMlpM9qw/s320/100_9495.jpg)
Hoy voy a escribir algo que ni siquiera sé por qué lo voy a escribir, pero lo haré; me dejaré ir, me prostituiré y prostituiré las letras, así como la razón, así como el pudor, hasta quedar reducida a su mínima expresión: el descaro, la profanación, el incesto del carboncillo desangrado de sentimiento; admitiré una posesión raquítica, sí, estos pensamientos no son míos, se convierten en una copia al instante que el cerebro piensa, luego la boca analiza las palabras y regresa al pensamiento rezagado como un pato feo, como uno de los dos cochinitos poco inteligentes; está el lapicero mutilando las hojas con pasos que ya nos conocemos y hay un puño cerrado bombardeando al lagrimal; la copia se escribió hoy, en el noveno día; a Dios le tomó siete días, después del hartazgo de la soledad, hacer la tierra; a mi me ha tomado nueve, el huir de la mía.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario